Sucedió en 1954, en la ronda de cuartos de final, entre el local, Suiza, que había clasificado primero en su grupo D, y Austria, segundo en el grupo C. No había octavos de final, ya que eran 16 equipos.
El partido comenzó a las 17 horas en el Estadio Olímpico de La Pontaise de Lausana y se jugó con 40 grados, por lo que el partido pasó a la historia como "La batalla del calor de Lausana".
Austria derrotó a Suiza por 7 a 5, en el encuentro con mayor número de goles anotados en la historia de los Mundiales.
Lo curioso es que Suiza llegó a estar ganando 3 a 0 cuando iban apenas 19' del primer tiempo, con goles de Robert Ballaman (10') y Sepp Huegi (17' y 19').
Luego, una reacción fulgurante austríaca permitió el empate en apenas tres minutos, con Theodore Wagner a los 25 y 28, y Robert Köerner a los 26'.
Pero Austria no se detuvo ahí. Ante la incredulidad de los locales, Ernest Ocwirk daba vuelta el resultado y ponía el cuarto para los austríacos a los 32 y nuevamente Köerner anotaba en el marcador a los 34', pasando a ganar 5 a 3. Algo así como cinco goles en diez minutos. Sin embargo, a los 37' Ballaman acortaba la diferencia convirtiendo para los suizos, llegando al término del primer tiempo con un score de 5 a 4.
Los ímpetus se aquietaron un poco para el complemento, probablemente a causa de la temperatura reinante. De todas maneras Wagner marcaba el sexto a los 53 y Huegi descontaba a los 60. A los 77 Erich Probst sentenció el partido a favor de Austria.